A veces me canso de amarte
A veces me canso de amarte,
A veces me aburre
tu mundo
Perfecto, blanco: como sueño de niño,
Como ilusión de
porcelana.
El color de tus manos me raspa,
Tu aliento a flores me
duele,
Mi espacio se ensucia con tu risa
Y al cerrar mis ojos disfruto tu
ausencia.
A veces me canso de tus palabras dulces,
De tu olor a
panal.
A veces me canso de tu amor incondicional,
A veces me canso de
amarte.
A veces me canso de que los hombres me envidien,
De que codicien
tanto tu cuerpo
Hasta quebrar su inocencia.
Los veo espiando tanto dentro
de tu camisa
Que si fueran míos esos senos
Los mostraría con la simpleza
de un codo,
Una nariz o una ceja.
A veces me canso de preguntas
dañinas,
De tanta incredulidad en que me ames,
De tanto deseo de
robarte:
Como si fueras mía
Como si pudiera impedir que te marches.
Por
eso salgo corriendo de ti
A buscar abogados y contadores,
A robarle
lástima a los mendigos,
A comprar clavos de acero
Para crucificar tu
belleza.
Por eso me escapo de este cuento de hadas,
De esta historia de
amor perfecto.
A veces quiero ser un hombre común
Y soñar que un día, tal
vez,
Encontraré alguien como tú.
Por eso tus ojos se vuelven una
fuente
Cuando mis manos de destierro te empujan
Y el milagro que me da
sentido
Se pierde en un horizonte de sucesos.
Entonces descubro el peso
del infierno
Y me condeno a una vida incompleta
Donde las estrellas son
solo bolsas de plasma,
Donde ninguna mujer me entiende.
Entonces por fin
las flores callan,
Y cuando llueve llevo paraguas,
Y el paraíso no tiene
tu forma,
Y no te encuentro, y no te busco.
Rodrigo Suárez
Ledesma. Una noche exacta.
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