Ellos.. albergan tanto… Hay tanta profundidad en ellos que absorberías TODO y...

Ellos.. albergan tanto… Hay tanta profundidad en ellos que absorberías TODO y...
... y LA NADA se quedaría huérfana.

viernes, 6 de abril de 2012

La Espiral.



Y así, como quien abre un paraguas un día soleado, todo comenzó a girar en espiral rápidamente. El Darro empequeñeció, el lateral de la Fuente de las Batallas dejaba hueco a la esquina de la Avenida Reyes Católicos para dejar pasar al epicentro de la espiral la pupila de ella, que se encontraba sentada en el mirador, contemplando toda la ciudad.

Todo giraba a su alrededor... vio pasar, de costado, un adoquín del Paseo de los Tristes. Detrás, con igual prisa, la copa de los árboles que lo adornaban. Le deslumbraron los colores claros y cuidados de Gran Vía. Por la curvatura externa de la espiral pasó de perfil un gofre con chocolate y nata de D'cuadros y por la parte interna, la salsa Strogonof que degustó uno de tantos días. Contempló cómo pasaban de frente, voces, rostros, sonrisas, ojos llenos de vida y dolor. Decorados, palabras agradables, sonrisas cómplices, hombros donde apoyarse.

La espiral cada vez giraba con más intensidad y rapidez. Ella estaba también con el resto de las cosas girando y girando sin parar, sin saber dónde ni en qué momento pararía o acabaría por salir, junto a todas las cosas, disparada hacia el Mundo. "¿Qué Mundo?" Se preguntaba. Quizás el Mundo era esa espiral que a veces gira y otras toma la forma plana de una alfombra y otras se convierte en una montaña rusa...

Vio pasar tantas cosas por esa espiral que le abrumó tanta belleza y horror al mismo tiempo. Tanta felicidad y tristeza de un golpe. Y comenzó a ver lo lindo de todas las cosas del universo, aun siendo feas. Y comenzó a anhelar otras muchas y a desear otras tantas. Comenzó a desear con todas sus fuerzas algo que todavía no ha visto, ni se imagina lo que puede llegar a ser. Algo que no se puede expresar a través de la palabra. Ni tan siquiera el fantástico Lope, ni el pobre Góngora ni el descarado Bukowski, ni mi adorable Sabina lo podrían expresar. Algo que sólo se siente o no se siente. Tan bello y fugaz como un suspiro, como una rosa, como una vida...

¿Existo porque existes?
¿Mi espiral eres tú?



Estrella Mantero.

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