Ellos.. albergan tanto… Hay tanta profundidad en ellos que absorberías TODO y...

Ellos.. albergan tanto… Hay tanta profundidad en ellos que absorberías TODO y...
... y LA NADA se quedaría huérfana.

martes, 24 de noviembre de 2009

Hoy hace un año.

Curioso destino coincidente. Hoy hace 24 y también, hoy mismo hace un año. Además hoy es 24 de noviembre, cumplo 24 años -acontecimiento que sólo ocurre una vez en la vida-.

Es caprichoso el azar (como decía Serrat)porque el mismo día (numérico) que existí para el mundo, también tú, en un día parecido a ése, exististe para mí. Fue como el nacimiento de ambos, con una ligera diferencia: los ojos felices que me contemplaron eran los de mis padres, los que te comtemplaron a ti fueron los míos.

¿No os ha pasado nunca que a la misma vez han existido coincidencias que de manera porcentual son casi imposibles?, como cuando colamos una bolita de papel por el orificio de un botellín de cerveza situado tres mesas más allá sin querer y se te queda la boca abierta para después decir, "si lo hubiera intentado mil veces no la cuelo".

Me refiero a, de repente, estar escuchando a los Guns and Roses, descubrirlos en ese momento y casi simultáneamente que alguien te hable de ellos y además esa noche que pongan una canción, -no cualquier canción, sino la que más te ha gustado,- en el bareto donde estás. O leer fragmentos de El libro del desasosiego de Pessoa que te ha facilitado un amigo, hablar sobre el pensamiento de éste y sobre su controvertida personalidad y psicología y que horas más tarde, otro amigo te hable exactamente de lo mismo y le interesen las mismas cosas que habías hablado con anterioridad.

Me refiero también a coincidencias y casualidades de índole insólita, valga como ejemplo, situaciones en las que estás en el sitio y en la hora equivocados porque alguien ha perdido algo y tú estabas en ese momento ahí, pero tú no has cogido nada y pareciera que te están taladrando con la pupila.
O bien estar apunto de perder el tren con destino Zaragoza-Tarragona y que por unos segundos puedas atravesar las puertas, descansar en paz mientras te limpias el sudor.

Mi vida - e imagino que la vuestra, también- ha estado llena continuamente de ese tipo de casualidades, coincidencias, conexiones o acciones azarosas -desígnenlas como quieran- bien sean positivas o negativas (aclaro: hay días en que las coincidencias hacen que te salga un día redondo. Otros, sin embargo, en los que el azar no se porta muy bien y preferirías haberte quedado dentro de la muralla.)

Todo esto viene a significar que las acciones sincrónicas, las concomitancias existen. Una casualidad es como una excepción que confirma la regla, la regla de la Vida. Así está compuesta nuestra existencia, de casualidades continuas que -sin darnos cuenta, como si fuesen actos implícitos- vamos hilando unas con otras. De esta manera, construímos nuestros recuerdos, nuestro pasado y presente; para proyectarnos en el futuro.

Esta rueda de la fortuna -como la de Mena- me hizo hallar algo grandioso. Una de esas cosas por las que una merece estar viva. Por eso este día es especial doblemente, por ti y por mí. ;)

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