Ellos.. albergan tanto… Hay tanta profundidad en ellos que absorberías TODO y...

Ellos.. albergan tanto… Hay tanta profundidad en ellos que absorberías TODO y...
... y LA NADA se quedaría huérfana.

viernes, 27 de abril de 2012

Quiéreme aunque te duela.

Se que no resulta fácil,
pero es mejor así:
debemos hacernos dignos
tú de mí y yo de ti.

Si superamos la prueba,
ya no podremos dudar,
y emprenderemos la huida
juntos, a través del mar.

Puede que a veces te asalten
el miedo y la oscuridad-
si te fías de mí.
no te ahogará la soledad.

Porque yo seré tu norte,
tu esperanza y tu sostén...
Y si yo no he de fallarte,
ten coraje tú también.

Quiéreme aunque te duela....
quiéreme aunque te duela....

A veces, a medianoche,
en el silencio mortal
que se aposenta en las sombras-
como el polvo en el cristal:
sin estrépito, despacio-:
es entonces, mi amor.

Quiéreme aunque te duela ...
quiéreme aunque te duela ...

Luz Casal.

miércoles, 25 de abril de 2012

Me regalaste la ausencia
más dulce del mundo
la sombra eterna de tu piel
y la luz que todavía ilumina mi oscuridad.

Me regalaste un continente
lleno de certezas y de dudas
un desamor que lloro cada noche
y la esperanza que me mantiene en pie cada día.

Me regalaste tu mano que me soltó
porque eso también es el amor
y esta forma inmensa de extrañarte
tan parecida a la felicidad.

Rodrigo Suárez Ledesma.

A veces me canso de amarte.

A veces me canso de amarte
A veces me canso de amarte,
A veces me aburre tu mundo
Perfecto, blanco: como sueño de niño,
Como ilusión de porcelana.
El color de tus manos me raspa,
Tu aliento a flores me duele,
Mi espacio se ensucia con tu risa
Y al cerrar mis ojos disfruto tu ausencia.
A veces me canso de tus palabras dulces,
De tu olor a panal.
A veces me canso de tu amor incondicional,
A veces me canso de amarte.
A veces me canso de que los hombres me envidien,
De que codicien tanto tu cuerpo
Hasta quebrar su inocencia.
Los veo espiando tanto dentro de tu camisa
Que si fueran míos esos senos
Los mostraría con la simpleza de un codo,
Una nariz o una ceja.
A veces me canso de preguntas dañinas,
De tanta incredulidad en que me ames,
De tanto deseo de robarte:
Como si fueras mía
Como si pudiera impedir que te marches.
Por eso salgo corriendo de ti
A buscar abogados y contadores,
A robarle lástima a los mendigos,
A comprar clavos de acero
Para crucificar tu belleza.
Por eso me escapo de este cuento de hadas,
De esta historia de amor perfecto.
A veces quiero ser un hombre común
Y soñar que un día, tal vez,
Encontraré alguien como tú.
Por eso tus ojos se vuelven una fuente
Cuando mis manos de destierro te empujan
Y el milagro que me da sentido
Se pierde en un horizonte de sucesos.
Entonces descubro el peso del infierno
Y me condeno a una vida incompleta
Donde las estrellas son solo bolsas de plasma,
Donde ninguna mujer me entiende.
Entonces por fin las flores callan,
Y cuando llueve llevo paraguas,
Y el paraíso no tiene tu forma,
Y no te encuentro, y no te busco.

Rodrigo Suárez Ledesma. Una noche exacta.

martes, 24 de abril de 2012

Tú.

"Mientras tú existas,
mientras mi mirada
te busque más allá de las colinas,
mientras nada
me llene el corazón,
si no es tu imagen, y haya
una remota posibilidad de que estés viva
en algún sitio, iluminada
por una luz cualquiera...
Mientras
... yo presienta que eres y te llamas
así, con ese nombre tuyo
tan pequeño,
seguiré como ahora, amada
mía,
transido de distancia,
bajo ese amor que crece y no se muere,
bajo ese amor que sigue y nunca acaba."

Ángel González.

"Voy a volver a quererte"

Te juraré una vida nueva
Te llevaré volando a Cadiz
Sabrás decir que sí.
Me harás un puzzle con dos piezas
de ropa inundando la almohada
Luego te haré reír.

Háblame volvamos a escribirnos con los pies
Llegarás tarde, quizá colocada,
hablaremos de todo, nos reiremos por nada,
sabré besarte esta vez.
Y al llegar al parque habrá un cometa loco
y un sostén volando.

Voy a volver a quererte,
voy a llenarte de notas, voy a dejarte tranquila,
mi vida ahora duerme.
Voy a volver a esperarte aunque no vuelvas del todo,
voy a rogarte hasta que otro llene tu cuarto menguante.
Voy a volver a quererte, voy a robarte hasta el alba,
voy a dejarte indicada la estrella nuestra de siempre.

A. Suárez.

Tengo 26.

Por derecho tengo el lado bueno de tu espalda,
suelo estar desafinado entre la gente.
Viajo más de lo que debo, debería beber menos.
Por favor aún no te vistas, no te vayas.

Por amor dejé a mi hermano con mi hermana.
Por la infancia sé lo que es felicidad.
Una noche vi una luna que miraba
y bailamos en secreto sobre el mar.

Tengo 26, soy feliz así,
tengo tres amigos, dos hermanos, nada suelto.
No sé qué decir, nunca creí en Dios.
Soy fruto de un cuento que escribió mi padre,
mi madre lo cantó.

Por los libros que sostuve me mantengo.
Llevo con la voz un acento de sal.
He llorado con un beso no robado.
Por remar junto a mis padres soy verdad.

En esta vida vi salir del agua mil delfines,
rezar a dioses que no existen pero matan a gente.
Fui con la guitarra hasta Madrid.
Eché de menos a mis padres,
eché de más algunos bares... viví feliz.

Mis canciones han viajado más que yo,
han besado más que yo,
sonarán cuando yo no.
Nunca me ha faltado nada en el amor,
fue mi casa y mi colchón una playa enamorada.

He aprendido a perder,
he visto la luna en Montmartre,
he visto a una niña que es madre,
he visto a un hombre que es mujer.

Me alejé sin querer,
me he visto muerto en un lavabo,
por la corriente arrastrado
sin saberlo, me alejé.

He visto como al llover
casi a diario nace un verde.
Sobre el asfalto he visto gente que ha caido por volar.
He oído cantar a mi madre cuando aún yo no podía.

Tengo 26, soy feliz así,
tengo tres amigos, dos hermanos, nada suelto.
No sé qué decir, nunca creí en Dios.
Soy fruto de un cuento que escribió mi padre,
mi madre lo cantó.

Tengo 26 años y a vivir.

Andrés Suárez.

lunes, 23 de abril de 2012

Te doy una canción.

Una joya:

"Como gasto papeles recordándote,
como me haces hablar en el silencio,
como no te me quitas de las ganas,
aunque nadie me ve nunca contigo.
Y como pasa el tiempo, que de pronto son años
sin pasar tú por mí, detenida.
Te doy una canción
si abro una puerta
y de las sombras sales tú,
te doy una canción de madrugada
cuando más quiero tu luz.
Te doy una canción
cuando apareces,
el misterio del amor,
y si no no apareces,
no me importa,
yo te doy una canción.
Si miro un poco afuera me detengo,
la ciudad se derrumba
y yo cantando.
La gente que me odia y que me quiere
no me va a perdonar
que me distraiga,
creen que lo digo todo,
que me juego la vida
porque no te conocen,
ni te sienten.
Te doy una canción y hago un discurso
sobre mi derecho a hablar.
Te doy una canción
con mis dos manos,
con las mismas de matar,
Te doy una canción
y digo patria
y sigo hablando para ti.
Te doy una canción
como un disparo,
como un libro,
una palabra,
una guerrilla...
como doy el amor."

Silvio Rodríguez

Te amaré

Te amaré, te amaré como al mundo
Te amaré aunque tenga final

Te amaré, te amaré en lo profundo
Te amaré como tengo que amar

Te amaré, te amaré como pueda
Te amaré aunque no sea la paz

Te amaré, te amaré lo que queda
Te amaré cuando acabe de amar

Te amaré, te amaré si estoy muerto
Te amaré el día siguiente además

Te amaré, te amaré como siento
Te amaré con adiós, con jamás

Te amaré, te amaré junto al viento
Te amaré como único ser

Te amaré hasta el fin de los tiempos
Te amaré y después, te amaré.

Silvio Rodríguez.

sábado, 21 de abril de 2012

ASESINATO

(Dos voces de madrugada en Riverside Drive)



- ¿Cómo fue?
- Una grieta en la mejilla.
¡Eso es todo!
Una uña que aprieta el tallo.
Un alfiler que bucea
hasta encontrar las raicillas del grito.
Y el mar deja de moverse.
- ¿Cómo, cómo fue?
- Así.
- ¡Déjame! ¿De esa manera?
- Sí.
El corazón salió solo.
- ¡Ay, ay de mí!

Federico García Lorca. Poeta en Nueva York.

viernes, 6 de abril de 2012

La Espiral.



Y así, como quien abre un paraguas un día soleado, todo comenzó a girar en espiral rápidamente. El Darro empequeñeció, el lateral de la Fuente de las Batallas dejaba hueco a la esquina de la Avenida Reyes Católicos para dejar pasar al epicentro de la espiral la pupila de ella, que se encontraba sentada en el mirador, contemplando toda la ciudad.

Todo giraba a su alrededor... vio pasar, de costado, un adoquín del Paseo de los Tristes. Detrás, con igual prisa, la copa de los árboles que lo adornaban. Le deslumbraron los colores claros y cuidados de Gran Vía. Por la curvatura externa de la espiral pasó de perfil un gofre con chocolate y nata de D'cuadros y por la parte interna, la salsa Strogonof que degustó uno de tantos días. Contempló cómo pasaban de frente, voces, rostros, sonrisas, ojos llenos de vida y dolor. Decorados, palabras agradables, sonrisas cómplices, hombros donde apoyarse.

La espiral cada vez giraba con más intensidad y rapidez. Ella estaba también con el resto de las cosas girando y girando sin parar, sin saber dónde ni en qué momento pararía o acabaría por salir, junto a todas las cosas, disparada hacia el Mundo. "¿Qué Mundo?" Se preguntaba. Quizás el Mundo era esa espiral que a veces gira y otras toma la forma plana de una alfombra y otras se convierte en una montaña rusa...

Vio pasar tantas cosas por esa espiral que le abrumó tanta belleza y horror al mismo tiempo. Tanta felicidad y tristeza de un golpe. Y comenzó a ver lo lindo de todas las cosas del universo, aun siendo feas. Y comenzó a anhelar otras muchas y a desear otras tantas. Comenzó a desear con todas sus fuerzas algo que todavía no ha visto, ni se imagina lo que puede llegar a ser. Algo que no se puede expresar a través de la palabra. Ni tan siquiera el fantástico Lope, ni el pobre Góngora ni el descarado Bukowski, ni mi adorable Sabina lo podrían expresar. Algo que sólo se siente o no se siente. Tan bello y fugaz como un suspiro, como una rosa, como una vida...

¿Existo porque existes?
¿Mi espiral eres tú?



Estrella Mantero.