Ellos.. albergan tanto… Hay tanta profundidad en ellos que absorberías TODO y...

Ellos.. albergan tanto… Hay tanta profundidad en ellos que absorberías TODO y...
... y LA NADA se quedaría huérfana.

domingo, 2 de octubre de 2011

EL AMOR: ¿MOTOR QUE MUEVE EL MUNDO?

Sin amor, cada cosa que hacemos no tendría sentido, tendría sentido práctico pero no emocional. ¿El amor puede ser todo aquello que nos propulsa a movernos por el mundo?

Yo puedo vivir y estar en el mundo sin amor. Trabajar, comer, conversar, leer, cantar, bailar, escribir. No hablo de un amor filial, ni paternal, hablo de amor de pareja.
Puedo respirar y decir que estoy viva porque tengo satisfechas todas mis necesidades biológicas, pero uno no está realmente "vivo" si no siente en sus entrañas ese afecto que llamamos enamoramiento, cariño, aprecio, adoración, respeto hacia el otro. La vida se puede vivir de muchas maneras, yo indefectiblemente, prefiero vivirla enamorada de alguien o de algo o de ambas cosas al mismo tiempo.

Es la pasión con que hacemos las cosas y vivimos nuestras experiencias lo que hace que tengamos una vida plena, o vacía, por muchas cosas que hagamos. Es ese empezar de nuevo, descubrir algo maravilloso, único, ese ente antes nunca visto que nos sorprende, nos entusiasma, nos deja K.O., nos sacude, nos alegra, nos remueve todo nuestro mundo, nuestro ser, nuestro alma, incluso nuestros gustos.
Probablemente, y certeramente, este proceso es cíclico y repetitivo. Siempre habrá alguien diferente por descubrir que llene nuestras parcelas del corazón de formas diferentes y no por ello sin igual intensidad.

Adoraremos a todo ser que nos enseñe, nos mime, nos respete, nos tenga en cuenta, nos demuestre su amor sin palabras, siempre con hechos. Y cuando no lo tengamos, cuando no sintamos ese sentimiento hacia nadie, cuando estemos totalmente desnudos ante nosotros mismos, sin dependencias "emocionales" hacia nadie, entonces, seremos realmente conscientes de ello. Estaremos preparados ya para recibir a alguien de esas características.
¿Por qué ahora? ¿Por qué a partir de este momento?
Muy sencillo. El ser humano necesita perder a alguien o algo, perder algún sentimiento para anhelarlo realmente y darle el valor que se merece. Cuando uno sabe y aprende a vivir solo (emocionalmente), si es que se llega alguna vez a aprender eso, estará preparado para convivir con el otro: lo valorará en su punto justo.

Si no se pasa por esto, siempre estará presente con más ahínco la condición posesiva y celosa del ser humano. Y al final ambos dos dejarán de ser ellos mismos para convertirse en las propuestas del otro.
El amor libre, sin esperar nada del otro, nada a cambio, es el más puro amor. Y sólo ése es el que hace que el mundo se mueva.

Llegar a estas conclusiones cuando no hay de ese amor en tu interior es lo mejor que te puede pasar para darte cuenta de ello y lo peor que te puede ocurrir porque lo anhelas con toda el alma.



Estrella Mantero.