Ellos.. albergan tanto… Hay tanta profundidad en ellos que absorberías TODO y...

Ellos.. albergan tanto… Hay tanta profundidad en ellos que absorberías TODO y...
... y LA NADA se quedaría huérfana.

lunes, 31 de mayo de 2010

La Mujer.







"Con el tiempo, el amor le gana al deseo y es muy difícil amar a quien uno desea y desear a quien uno ama. En general tenemos una disociación porque deseamos por un lado y amamos por el otro".


CONMEMORACION | DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER
Cuatro hombres dicen qué les gusta y qué rechazan de ellas

Copyright 1996-2010 Clarín.com - All rights reserved
Directora Ernestina Herrera de Noble | Normas de confidencialidad y privacidad






Un actor tocado por el éxito, un reconocido cineasta, un psicoanalista "librepensador" y un talentoso dibujante y humorista hablaron sin tapujos de sus relaciones y sus sentimientos hacia las mujeres.






Cuatro hombres. Café de por medio y un único tema de conversación: mujeres. Desmitificando aquello de que el fútbol y la política monopolizan las charlas masculinas, ellos confiesan que hablar del sexo opuesto es "un código que funciona muy rápido entre hombres de distintas clases y edades". En fin, que las piensan —y las hablan— más seguido de lo que se suponía.

El más joven del grupo es actor y fetiche de miles de adolescentes; el treintañero, un reconocido director de cine independiente; el intelectual del grupo, un psicoanalista autodefinido como "librepensador" y el último, un talentoso humorista y dibujante. Convocados por Clarín, Tomás Fonzi, Pablo Trapero, Juan Carlos Volnovich y Fernando Sendra retrataron con humor e inteligencia el espíritu femenino.

—¿Qué es lo que más admiran de las mujeres?

Sendra: Su perseverancia. La mujer tiene un espíritu de reparación, de salvar lo insalvable, y el hombre es más instantáneo, sale a pegar cuatro tiros y se acabó. Pero, cuando hay que sostener un reclamo, ahí están las Madres de Plaza de Mayo, las abuelas y las mujeres del campo.

Fonzi
: Hay una cuestión de seguridad, de autosuficiencia que a mí me resulta muy atractivo, aunque después sea causal de divorcio. Una mujer con poder asusta un poco, pero también atrae dejarse llevar.

Trapero: A mí me encanta estar rodeado de mujeres. Me gusta su punto de vista acerca de las cosas.

Volnovich: Las mujeres son más audaces y más valientes. Tienen menos miedo de enfrentarse al poder y defienden lo suyo como leonas.

Si de elegir se trata, prefieren a las mujeres dominantes antes que a las dóciles: las que no dicen a todo "sí, mi amor" ni esperan ser abastecidas por ellos, sino las que asumen un rol activo, expresan lo que sienten y trascienden el ámbito del hogar. Ellos las llaman "las malas", pero le quitan la connotación negativa y dicen que su atractivo está en la transgresión.

"A mí me cuesta pensar en parejas armónicas, tiene que haber diferencias", sugiere Trapero. Y el psicoanalista agrega: "Estar con una mujer independiente nos viene muy bien. Aunque sea difícil de tolerar es más interesante que estar con una tarada". Por su parte, Sendra critica a las mujeres que se resguardan detrás de los hombres y los empujan a asumir los atributos considerados masculinos, como ser el proveedor del hogar.

Distendida e informal, la charla transcurrió casi sin desacuerdos. Excepto por un contrapunto entre Sendra y Volnovich con respecto a la actitud de la mujer frente al matrimonio. Para el humorista, éste se sostiene fundamentalmente por la voluntad de ellas y es más funcional a su necesidad que a la de los hombres. En cambio, el psicoanalista considera que la mujer es generalmente la que tiene la iniciativa de divorciarse y que sobrelleva mejor la soledad: "Nosotros somos criados como discapacitados afectivos. No hay hombres grandes que estén solos. Siempre buscan una mujer que los cuide y los proteja".

Pero no sólo se escucharon halagos para el género femenino. Los entrevistados deslizaron también algunas críticas. Lo que más les molesta son los planteos y los cambios repentinos de humor. "No soporto la ciclotimia, hay ciertas cosas que desatan una tormenta en ellas", sentencia el cineasta.



¿Una mujer que los haya marcado?

Volnovich: Detrás de mi mamá estaba Evita. Me crié leyendo "La razón de mi vida". La figura de ella fue siempre muy impactante para una generación de mujeres y hombres. Me conmueve su belleza, su fuerza.

Sendra: La primera mujer de la que me enamoré platonicamente fue Rita Pavone. Coincidió con la llegada de mi pubertad. Tenía las características de la feminidad accesible: poco busto, usaba pantalones con tiradores. Era una especie de transición del amigo hacia la mujer.

Trapero: Tengo muchos recuerdos de actrices de cuando era chico, de las películas argentinas de los 50. Desde Tita Merello hasta Mirtha Legrand.

Fonzi: Fuera de mi mamá y mi hermana no hay mujeres que me hayan marcado.

Con respecto a la liberación femenina que se intensificó en el siglo XX, dicen que, lejos de asustarlos, es una situación que los beneficia y les permite asumir funciones históricamente ligadas al rol de la mujer.

"Hoy ser macho es también cambiar los pañales. Eso te ayuda a relacionarte con el mundo exterior de otra manera", sostiene Trapero.

Para Sendra, la salida de la mujer al mundo laboral conlleva una gran ventaja: "Sería imposible que un hombre tuviera manifestaciones de afecto con sus hijos si la estructura siguiera siendo la que estaba planteada hace 50 años. Hoy podemos encontrarnos con otro tipo, darnos un beso y llorar en público sin quedar como maricones, tarados o débiles". Volnovich acota: "La posibilidad de los hombres de incorporar a su repertorio tradicional algunos rasgos de ternura, delicadeza, sensibilidad ha sido un gran avance".

En un intento por mirar el mundo desde una óptica femenina, los cuatro reconocen que les genera curiosidad la manera en que las mujeres se relacionan entre ellas. "El cuerpo de la mujer es un objeto deseado por el hombre pero fundamentalmente por la mujer", desliza Sendra. A Trapero lo intriga el contacto físico entre ellas: "Las mujeres van juntas al baño, se pintan, se tocan. Es raro ver eso en los hombres".

Para los cuatro, las mujeres se identifican con las más deseadas. Fonzi ejemplifica: "Yo les pregunto a mis amigas a veces: ¿Por qué estás con ese pibe? Y me responden: porque estuvo antes con tal otra".

En general, no hablan de las mujeres como referentes sino de éstas en tanto objetos de deseo. Por eso les resultó más fácil responder qué mujeres les gustan, que cuáles admiran.

A la hora de imaginarse a la mujer ideal, el abanico de gustos es bastante amplio.

Sendra: Me gustan las que no son perfectamente lindas, las que transmiten su belleza a través de su energía.

Trapero: Me atraen las mujeres que cantan. Pienso que eso les da un poder que va más allá de lo artístico.

Fonzi: A mí me seduce la mala, la que piensa que soy un gil. Es un desafío conquistarla.

Como si fuera una terapia de grupo, el psicoanalista señala la distancia entre la mujer idealizada y la real. "Con el tiempo, el amor le gana al deseo y es muy difícil amar a quien uno desea y desear a quien uno ama. En general tenemos una disociación porque deseamos por un lado y amamos por el otro".

Dominantes, autosuficientes, creativas, perseverantes, contenedoras, transgresoras, audaces. Así las definen mientras confiesan que no pueden vivir sin ellas. Si no, que lo diga Trapero, que adoptó una frase de Federico Fellini para ilustrar su relación con el sexo opuesto: "Nunca pude estar con una mujer hasta que ella no entendió que yo estaba enamorado de todas las mujeres. Y es así, uno nunca puede dejar de pensar en ellas".



PRODUCCION Y NOTAS: Cintia Colangelo y Cecilia Boullosa

sábado, 15 de mayo de 2010

"EL CASTILLO SOÑADO" de Dodie Smith.






Ayer noche, proyectaron una película en TVE2 y por mera casualidad, la capté en un momento de zapeo. Por supuesto, no moví ni un dedo del mando en la hora restante. Como habréis visto ya, el título del largometraje es : "El Castillo Soñado" de Dodie Smith. Es una adaptación cinematográfica del libro original "I capture the castle". Dodie Smith es una escritora británica, autora también de "101 dálmatas" pero no hay que identificar este juvenil libro, con la obra de nuestro interés.



"El castillo soñado" está ambientada en la Inglaterra de 1930. La joven Cassandra Mortmain (Romola Garai) pertenece a una excéntrica familia que lucha por sobrevivir en un viejo castillo inglés que está prácticamente en ruinas. Sin embargo, la llegada de dos adinerados hermanos (Marc Blucas y Henry Thomas) podría representar la salvación para todos sus seres queridos, principalmente su padre (Bill Nighy), un frustrado novelista, y su hermana Rose (Rose Byrne). Basada en el best-seller de Dodie Smith, una clásica historia romántica que relata el viaje personal, social y emocional de una joven hacia la madurez, a través de su descubrimiento de sus propios sentimientos y la sexualidad...

TRIBUTO A: JANE AUSTEN.



Austen es una de las grandes novelistas de la historia, de prosa elegante, fluida y con cierto tono sarcástico, aborda con detalle, humor, capacidad de observación y penetración psicológica, diferentes retratos costumbristas en torno a conflictos románticos diseñados con perspectiva femenina, inteligencia e ironía.

Sus personajes son de clase media y provincianos, cuya máxima preocupación es conseguir un buen pasar económico y su mayor ambición el matrimonio. Su tema característico fue el alcance de la madurez a través de la pérdida de las ilusiones. Los defectos de la personalidad de las personas que aparecen en sus novelas se corrigen aprendiendo la lección de las tribulaciones. Hasta el más secundario personaje es vívidamente interiorizado en su lúcido estilo característico. Por su sensibilidad hacia patrones universales de la conducta humana, muchos críticos consideran a Austen como una de las más grandes escritoras de la novela inglesa.

Amor y amistad, Juicio y sentimiento,
(Sentido y sensibilidad, 1811),
Orgullo y prejuicio
(1813), considerada la mejor de sus novelas, cuya redacción emprendió el año 1796, aunque no se publicaría hasta 1813. En ella relata la historia de las cinco hermanas Bennet y las tribulaciones de sus respectivos amoríos.
La abadía de Northanger
(1818) es una sátira sobre las novelas góticas tan populares a finales del siglo XVIII.

Tras doce años decepcionantes e improductivos, escribió rápida y sucesivamente sus tres últimas novelas:
Mansfield Park
(1814),
Emma
(1816) y
Persuasión
(1818). Todas relatan los enredos románticos de sus tres heroínas, retratadas en profundidad.